EL NUTRIÓLOGO.

Para favorecer la salud de la población, los nutriólogos trabajan en diferentes campos de acción. Estas son las razones por las que debes consultar al nutriólogo.


Cuando escuchamos la palabra nutriólogo, es inevitable relacionarlo con dietas, pero no solamente elabora planes de alimentación, su labor más allá y abarca los siguientes campos de acción:

Investigación. Para generar evidencia científica que sustente mejores decisiones en salud nutricional, realiza diversos análisis, estudios y ensayos clínicos.

Administración de comedores industriales. Para mejorar la salud de los trabajadores de una empresa, diseñan menús, dan recomendaciones de alimentación y de ejercicios.

Alimentación comunitaria. En comunidades y grupos vulnerables estudian cómo está su nutrición y cómo es el funcionamiento de programas sociales relacionados con la alimentación.

Nutrición clínica. En las instituciones de salud diseñan planes de alimentación para los pacientes en los diferentes niveles de atención.

Nutrición deportiva. Como las necesidades de los atletas son distintas a la del resto de la población, les elaboran guías de alimentación de acuerdo a sus requerimientos.

Diseño de políticas públicas. En beneficio de la población, desarrollan políticas alimentarias basadas en evidencia científica.

Docencia. A nivel licenciatura y posgrado, participan en la formación de futuros profesionales de la nutrición.

Industria alimentaria. En los alimentos industrializados analizan su calidad, su fórmula y el diseño de las etiquetas nutrimentales.

Planes de alimentación. Es la más conocida, cuyos propósitos pueden ser cómo mantener una nutrición adecuada, bajar o subir de peso, controlar enfermedades crónicas, entre otras, para cada etapa de la vida de una persona.

SITUACIONES EN LAS QUE INTERVIENE EL NUTRIÓLOGO
Alergias e intolerancias a alimentos. Te ayudará a saber qué alimentos son seguros comer y la mejor manera de evitar los que pueden ocasionar alguna reacción. El nutriólogo te garantizará que obtendrás la nutrición que necesitas para tu salud y estilo de vida.
Cáncer. Uno de los factores más importantes para reducir el riesgo de cáncer es una dieta. Comer sanamente te ayudará a reducir el riesgo de desarrollar cáncer, te apoya si tienes un tratamiento para combatir el cáncer y te ayuda a vivir bien después del tratamiento.
Enfermedad celíaca. Una dieta sin gluten es el único tratamiento para la enfermedad celíaca. El nutriólogo te ayudará a saber qué alimentos son seguros comer y cuáles debes evitar. Te apoyará para planificar tus comidas dentro y fuera de casa, acorde a tu estilo de vida te ayudará a mantener un peso saludable y a obtener todos los nutrientes que necesitas.
Diabetes. Te ayuda a controlar la enfermedad y se asegura que obtengas los nutrientes que tu cuerpo necesita.
Enfermedad cardíaca y cardiovascular. Además de ayudarte a reducir el riesgo, mejora tu condición existente mediante un plan de alimentación personalizado.
Nefropatía. Si sufres de una enfermedad renal, te ayuda a mejorar tu condición y tu salud asegurándose de que tu cuerpo reciba todos los nutrientes que necesita en las proporciones correctas.
Osteoporosis. Siempre será mejor tomar medidas mientras eres joven para fortalecer tus huesos. Si no puedes beber leche o ingerir alimentos ricos en calcio, el nutriólogo te recetará algún suplemento para satisfacer tus necesidades de calcio y tomar las mejores decisiones para la salud de tus huesos.
¿CUÁNDO CONSULTAR UN NUTRIÓLOGO?
Además de brindar herramientas para combatir la obesidad y el sobrepeso, la labor de los nutriólogos es fundamental para que las personas adquieran buenos hábitos de alimentación. Para lograrlo, recurren a acciones de prevención, rehabilitación, educación, atención y cuidado de la salud.

Pero si crees que tú no necesitas visitar a este especialista, checa las siguientes razones para consultar al nutriólogo:

Si tienes problemas digestivos.
Si eres mujer y estás embarazada o intentas quedar embarazada o ya eres mamá.
Pasaste por una cirugía de bypass gástrico.
Si necesitas ayuda para controlar una enfermedad crónica.
Si tienes algún trastorno de alimentación.
Si eres deportista.
Si eres delgado pero tienes colesterol alto o alguna otra sustancia importante del organismo.
Si te diagnosticaron síndrome metabólico.
Si eres de la tercera edad.
Para mantener una buena salud en general.
Para que detectes qué tipo de alimentos te impactan positiva o negativamente.
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