La determinación de cambiar la estructura de los dientes, a través de un “diseño de sonrisa”, para conseguir una dentadura que luzca perfecta, puede acarrear un daño irreparable y la posterior pérdida de los dientes. En busca de una imagen cada vez más estética, alimentada por los medios de comunicación, las personas toman decisiones apresuradas y se están sometiendo a tratamientos dentales que realmente no necesitan.