Qué mal, las farmacéuticas prefieren que la gente muera, así pasó con el Sida que no querían estudiar esa enfermedad aún sabiendo que se había convertido en una epidemia, los pacientes se llenaban de pastillas que no les hacía nada y muchos morían y los que se lucraban eran las farmacias. Yo pienso que esa enfermedad puede tener cura, pero no quieren encontrarle la cura para seguir lucrándose.
Y el cáncer es otra enfermedad de la que se han lucrado las farmacias. De hecho, a un grupo de puertorriqueños los engañaron supuestamente para hacer un estudio que los beneficiaría pero ellos no sabían que les estaban inyectando células cancerosas y murieron, eso ocurrió hace más de medio siglo atrás, por lo que no dudo que muchas personas hayan sido utilizadas como ratas de laboratorio en otros lados y hayan adquirido algún gen de cáncer que sea hereditario.
Bien por este niño que dio a conocer su invención y bien por la universidad que lo está patrocinando. Ojalá que logren salvar muchas vidas porque hoy día el cáncer se ha vuelto la causa No. 1 de muerte y a cualquiera nos puede tocar.