Mónica, gracias por esa medalla que le diste a Puerto Rico; cuando te vimos demostrando la capacidad de levantarte tantas veces en el partido cuando te habías caído frente a la alemana pensamos en la voluntad que tuvieron nuestros antepasados de levantarse tantas veces cuando demasiados huracanes los habían abatido. Gracias, campeona olímpica, nos devolviste la fe en nosotros mismos.