Querían que comentáramos nuestras vivencias y yo tengos mis historietas que contar. ¡Ay, Jesús! Estaba yo en el gimnasio cuando se apareció aquel elemento que le echó demasiadas flores a mi jardín y empezó a preguntarme de todo, hasta mi lugar de procedencia... Cuando le hablé de mi isla del encanto el susodicho me dijo que sus padres eran de las Bahamas. Como me interesa todo lo relacionado a ese canto del planeta le pregunté a su vez por el nombre de esas islas de las Bahamas. "St. Croix y St. Thomas", me dice.

Lo miré extrañada y le mencioné que St. Croix y St. Thomas no eran parte de las Bahamas. Me dice: ¿Las Islas Vírgenes Británicas?

Le dije que las Islas de St. Croix y St. Thomas eran parte de las Islas Vírgenes que pertenecían a los Estados Unidos y las Islas Vírgenes Británicas eran otro cuento.
Ante tanto halago al principio y tanta escasez de datos geográficos luego me fui enfriando más y más (total que el motor nunca se me había encendido porque el tipo aquel no me inspiraba nada) y ante la invitación a cenar resolví que no quería formar parte de aquella historia desinformada.
Moraleja: No vale la pena andar con uno que esté verdaderamente perdido.
